No culpes a Vallejo
Como ya ha rebotado en diferentes medios y en las redes sociales, el Presidente del Pacto Mundial en el Perú, Diego de la Torre, publicó hoy en la edición impresa del Diario El Comercio un artículo donde responsabiliza al poeta César Vallejo de influir negativamente en el "subconsciente colectivo de los peruanos".
Para empezar, no creo que la mayoría de peruanos lean a Vallejo. Lo leerán, seguramente, en el colegio. Leerán las obras resumidas y, quizás, solo Paco Yunque. Así que decir que Vallejo tiene una influencia poderosa que ha hecho que los peruanos seamos unos tristes con pensamiento derrotista y fracasado es un grave error. César Vallejo es un poeta reconocido a nivel mundial. Y así como sucede con Mario Vargas Llosa, quién no es leído por muchos peruanos, porque, hay que decirlo, los peruanos tenemos poco hábito por la lectura, muchos autores nacionales no son leídos masivamente. Y para tener un poder de influencia, como el que dice de la Torre tiene Vallejo, el autor tiene que ser leído masivamente, lo cual, como vemos, no ocurre en nuestro país. Además, los pésimos resultados de las evaluaciones que se hacen a los alumnos respecto a comprensión de lectura confirman la poca costumbre de leer de los peruanos. Con ello, queda claro que atribuirle a un reconocido poeta los pensamientos llamados "pesimistas" en una sociedad que tiene poco interés por la lectura, resulta errado.
Por otro lado, el autor parece no comprender muy bien qué son los poemas y qué es la poesía. Según la Real Academia Española, poesía es "manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra, en verso o en prosa". Mientras que nos dice que poema es "idealidad, lirismo, cualidad que suscita un sentimiento hondo de belleza, manifiesta o no por medio del lenguaje". Queda claro que la poesía apela a la subjetividad, los poemas son una manifestación del sentimiento. En este sentido, para aclararnos el asunto, Víctor Vich, en un video publicado por la PUCP en Youtube titulado "¿Qué es poesía?", nos resalta la importancia de la poesía para "comprender nuestra vida social y subjetiva".
En este video Vich señala que, en los poemas, el uso del lenguaje deja de ser convencional, ya que la poesía es un fenómeno del lenguaje. Es decir, los poemas tienen un discurso especial, el discurso poético se distancia del lenguaje común, por lo cual no se puede comprender los poemas de manera literal como si se tratara de un texto académico. Por el contrario, el objetivo de un poema es construir imágenes visuales, apelar a la subjetividad. De esta manera, cuando Vallejo dice: "yo nací un día en que Dios estuvo enfermo” se está describiendo una situación irreal como la enfermedad de un ser supremo y perfecto que se manifiesta como creador de la humanidad. Esto es una metáfora. En una poesía las palabras no se pueden interpretar de manera simple y literal. El autor, en un poema, nos quierde decir algo más de lo que está escrito. Lo que se quiere decir en ese verso de César Vallejo es que el destino suele ser, muchas veces, injusto. Por ello, interpretar de manera literal un verso resulta un grosero error. Decir que con el verso de Vallejo "no se crea algo grande, menos aun un ciudadano con mentalidad ganadora y sin complejos" es como querer prohibirle al poeta el uso de las metáforas, cuando, como sabemos, estas son necesarias y son la esencia de un poema.
Por otro lado, la apelación a la "mentalidad ganadora" ¿qué implicancias tiene? ¿es acaso una atracción por el simple hecho de ganar por ganar? ¿se pretende el triunfo y el éxito como máximos valores sociales en lugar de la justicia o la solidaridad, por ejemplo? Pretender una mentalidad ganadora, como dice de la Torre, puede traer implicancias como el progreso individualista sin importar qué está pasando con los demás. Y, precisamente, Vallejo nos manifiesta en su poesía qué está pasando con las demás personas. Vallejo es un poeta de la denuncia. Y las denuncias son importantes para conocer la realidad. Por ejemplo, no podemos dedicarnos a celebrar este "crecimiento económico" mientras seguimos con 60% de la población infantil en estado de pobreza y con cerca del 30% en desnutrición. Y esto es solo un ejemplo.
Por ello, el discurso celebracionista que pretende de la Torre resulta perjudicial para el país, porque nos estaría ocultando una parte importante de nuestra realidad. Nos estaríamos poniendo una venda en los ojos para no ver lo incómodo. No creo que sea incómodo para los peruanos ver como la pobreza azota a miles de niños. Pero si es incómodo para los poderes fácticos que se muestran como los grandes salvadores de la humanidad, cuando en realidad, no solo han fracasado, sino que pretenden que el estado de cosas siga como hasta ahora. Tener opinión no es incorrecto, lo incorrecto es opinar sin considerar ciertas cuestiones básicas como conceptos acerca de poesía o poema, por ejemplo. Pero pensadores como estos que afirman que Vallejo le ha hecho mucho daño al país nos recuerdan a aquellos que nos han querido vender a Arguedas y al mundo andino como un mundo lleno de tristeza, cuando en realidad era un mundo, como todos, lleno de contradicciones. Creo que detrás de todas esas críticas no se encuentran más que deseos de deslegitimar las denuncias al sistema. Lo que los conservadores quieren es que silenciemos, que ocultemos la realidad. A ellos, les gusta este sistema y lo quieren perpetuo.
Por último, debemos decir que las cuestiones incómodas, los problemas de este sistema injusto y cruel, como las desigualdades sociales, la pobreza extrema o la desnutrición infantil son temas que deben tocarse siempre porque, al resaltarlos, se está dando a conocer que hay muchas cosas por cambiar. Vallejo es un poeta de la denuncia pero también es un poeta de la esperanza, ya que nos alienta y nos dice: "Hay hermanos muchísimo que hacer".